Iñaki Muñoz es presidente desde 2009 de DISFAM Organización sin ánimo de lucro que fundó su madre Araceli Salas en 2002. Además, es el Secretario General de la Federación Española de Dislexia, entidad que fundó cuando tenía 18 años. Tiene TDAH y un hermano y padre con dislexia.
¿Se ha avanzado mucho desde el 2002?
Muchísimo. No se hace a la idea. Los que acaban de llegar a este mundo muchas veces piensan que somos un colectivo muy desamparado, pero los que hemos nacido con algún tipo de dificultad en el aprendizaje cuando no existía nada de nada, vemos el gran cambio que ha dado nuestro país en cuanto sobre todo a legislación y el trabajo que se realiza en los centros.
En el año 2006 conseguimos que por primera vez una ley educativa contemplara las dificultades específicas de aprendizaje en su articulado.
Eso hizo posible que las comunidades autónomas que tienen las competencias educativas como bien sabes, pudieran desarrollar decretos y normativa sobre esta materia para de esta manera, que el alumnado con alguna dificultad tenga como mínimo unas adaptaciones no significativas que garanticen la igualdad de condiciones y oportunidades que el resto de compañeros de su aula.
Sabemos que queda mucho por hacer, pero por lo menos la ley está. Otra cosa muy diferente es que se cumpla, y para eso están las asociaciones de dislexia en nuestro país, para ser vigilantes y garantes de que la legislación se cumple y que realmente nuestro alumnado está en igualdad de condiciones. Uno de los retos más difíciles es conseguir que nuestro alumnado sea beneficiario de las becas del ministerio de educación. Desde la Federación española de dislexia no bajamos la guardia con este tema y mantenemos continuas reuniones y negociaciones con los responsables del gobierno de España, además de la mano de nuestros compañeros de la plataforma DIVERSIAE, en la que están representados otros colectivos similares.
A nivel de legislación se ha dado un paso muy grande durante estos años, pero ¿qué me dices de la normalización?
Es verdad que se ha avanzado mucho, puesto que nos engañaríamos si decimos que las dificultades de aprendizaje se conocen menos ahora que antes. Pero aún queda mucho camino que recorrer en este sentido, puesto que, hay mucho trabajo que realizar en los centros escolares para que tanto el profesorado como los propios compañeros entiendan lo que es sufrir algún tipo de trastorno del aprendizaje. Nuestros niños y niñas son víctimas de bullying en numerosas ocasiones, por falta de comprensión y de normalización. En la actualidad no creo que a ninguna persona se le echa en cara usar unas gafas si es miope, o usar el Braille si tiene una discapacidad visual.
La mayoría de trastornos del aprendizaje son invisibles y por eso se necesita una mayor formación y normalización sobre este tema, para que no se ponga ningún ningún momento en duda las dificultades que tienen las personas con algún tipo de trastorno, y que logremos entender un poco más a este tipo de personas que realmente sufren y mucho por no ser muchas veces comprendidos y entender nuestras propias dificultades.
Además la normalización no es una cosa solo de los centros escolares, sino de la sociedad en general. A día de hoy yo mismo sufro la incomprensión de amigos o personas cercanas por no entender las actitudes propias de un TDAH. Es frustrante cometer errores sin ser conscientes de ellos en el momento, fruto de tu impulsividad o hiperactividad, cuando no lo haces con ninguna mala intención. A la larga nos damos cuenta de esos errores pero es triste que se nos meta en el mismo saco de todo el mundo, o por ejemplo se nos llame pesados cuando no existe maldad por nuestra parte. En muchas cosas seguimos siendo muy infantiles e inmaduros. Siempre se agradece tener alguien cerca que entiende tus reacciones o errores y te enseña a cómo mejorar día a día.
¿Cómo viviste tu escolaridad?
Yo tengo que decir que fui un niño muy feliz gracias sobre todo a mi familia y mis abuelos que cuidaron en todo momento de mí. En mi caso el diagnóstico llegó muy tarde, a los 16 años. Siempre defendemos en las asociaciones que lo ideal sería empezar a trabar a los 6, 7 o como mucho 8 años.
Es verdad que en el colegio sufrí bastante la incomprensión de muchos profesores y también de compañeros. He sido víctima de bullying y lo he vivido en propias carnes, pero eso nunca es un problema, si se tienen buenos amigos y la familia cerca.
En mi caso además creo que es justo decir que tuve una madre coraje que peleó muchísimo, tanto por mi hermano como por mí, y todo aquello que a día de hoy se tiene en los colegios nosotros no lo tuvimos, por eso valoro más que nadie las diferencias de lo que teníamos a lo que existe ahora.
¿Cómo se habéis vivido este año 2020?
Yo creo que nuestro colectivo tiene un poco el “corazón partido”. Por un lado no se han venido haciendo todas las adaptaciones no significativas que pertocan, pero por otro lado, la pandemia ha hecho que la tecnología se haya impuesto.
Nosotros venimos reclamando el uso de las nuevas tecnologías para nuestro alumnado de manera continua. Y se ha demostrado que es buena y que ha conseguido en muchos casos, que pudieran incluso mejorar las notas que tenían en cursos anteriores.
De hecho hemos presentado un lector gratuito para los ordenadores Windows llamado LectO.
Desde las organizaciones que formamos parte de la Federación española de dislexia, hemos venido haciendo un trabajo ingente, por atender a todas las familias que tenían algún tipo de problema durante estos meses, y sobre todo también, con el gobierno para que tuvieran en cuenta desde el primer momento que convocamos la Comisión Nacional de Dislexia, que las adaptaciones se tenían que seguir realizando a pesar de las circunstancias.
Hemos realizado prácticamente todos los domingos durante el estado de alarma, encuentros de familias con alumnado con dislexia, desde todas las partes ya no solo de España sino de Iberoamérica. Eso ha permitido que se pudieran conocer y ver las diferencias entre países en cuanto a cómo iba funcionando en los colegios todo este tema.
Ha sido un año muy intenso, muy duro pero orgullosos del trabajo realizado por parte de todo el colectivo.
¿Qué proyectos realizaréis en 2021?
Este año pienso que es de “transición”. Ahora toca que todo el mundo se vacune para poder volver a la normalidad que teníamos en el 2018.
Aún así, tenemos tres proyectos que vamos a desarrollar y priorizar durante todo este año:
En connivencia con lo que he venido diciendo en la entrevista, durante todo el 2021 vamos a realizar cursos de normalización en todas las aulas de primero de secundaria de toda España e Iberoamérica. La idea de este proyecto, es iniciar una base de datos de centros y espacios que son amigables con nuestras dificultades. Le hemos llamado “DisFriendly”
Vamos a realizar un estudio en el primer ciclo de primaria para conocer de primera mano cómo está la lectoescritura en nuestro alumnado después de haber sufrido la pandemia y el estado de alarma. Además los colegios que participen en este estudio, tendrán herramientas gratuitas para poder contribuir a la mejora de dicha lectoescritura durante todo el 2021.
Y el tercer proyecto que vamos a potenciar es la Línea Nacional de Apoyo sobre Dislexia (INFODIS), que estrenamos este año y que tan buen trabajo ha venido realizando justamente sin saber que habría una pandemia y un estado de alarma. Eso hizo posible que todos nuestros voluntarios atendieran a todas nuestras familias y profesionales que se han dirigido a nosotros durante este tiempo para poder ayudar a nuestro alumnado y colectivo. Quiero agradecer a CaixaBank su ayuda, puesto que sin ellos este proyecto no sería una realidad.
¿Qué deseos le pedirías a los Reyes para este año?
Pues como dices deseos en plural, me gustaría que nos trajeran a nuestras casas y escuelas, mayor comprensión, normalización, adaptaciones desde el primer día y unas becas que siempre estamos pidiendo al gobierno de manera continua. Son pequeñas cosas que apenas cuestan dinero, pero que harían posible una educación inclusiva y en igualdad de condiciones para todo nuestro colectivo.